Prueba

Cómo después de tanto tiempo pueden tus manos temblorosas encender los recónditos Refugios de fuego en mi piel... Porque sabes dónde quedaron, no son los rastros de ceniza que se dibujan en mi piel los que te guían, es tu memoria que juega conmigo, espero también recuerdes que nunca fui de las que huían, el reto de nuestros encuentros no era el encantamiento previo de llevarme cegada a la cueva que nos guardaba. Lo nuestro era una eterna caza.

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