Me sentí como con la paciencia para esperar
Bajo ese árbol
Que me confunde y me lleva a otro lugar
-que por cierto nunca visité-
Me dieron ganas de sentarme a contar las flores, en lo que quedaba del sofá
De sentir como el sol recargaba los colores y asentaba las pecas tímidas que casi borran el invierno y los días grises.
Le tomé una foto, -era perfecto-
Me habrías tomado de la mano.
Siempre te imagino en esos idílicos momentos.
Te habría pedido que me trenzaras el cabello y que los llenaras de flores. Sabes que soy una princesa - muy a su estilo, muy mía-
Habría deseado respirar el aire -ese que renovaba el espíritu y la creatividad de días perdidos-
Era la escena perfecta -el claro del bosque de ese cuento soñado-
Pero seguí avanzando, subiendo la cuesta…
Mientras mi cabeza, tú y yo, aún devorábamos besos y chucherías…
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