Podría conocerte en otros tiempos, 

otros capítulos, 

memorizar los textos

y aún así esperar ese primer beso -con ansias-

Esperar la primera hora del primer día, 

fugarme con los mismos motivos, 

decir las mismas mentiras al guardia de la torre, 

luego vivir su ira... 

todo para no perderme de ese primer encuentro, 

de los tragos y tu sonrisa, 

tus ganas de impresionarme, 

los nervios, las horas que pasaban, 

de la pista y nuestro baile... 

de las fresas que cerraron la noche, 

de nuestra forma de conocernos, 

del desayuno y la despedida... 

de la infinidad de días que nos esperan

y de lo mucho que nos une. 



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