¿Podrán despertar ellos también?
Me despiertan tus colores, espejos multicolores que
rodean en brillo y esplendor mis pesadas mañanas, ¿Cómo no querer protegerte?
guardarte bajo un escudo que repela una a una las malintencionadas garras que
te opacan, las sombras que se llevan tapa a lata, basura encendida, árbol
caído, gota a gota, luz prendida día a
día. ¡Vamos! –Despierta- Cuéntales, como a mí y en el vasto lienzo de tu
esplendor muéstrales como su paso deja cicatrices, te duelen… Cantas menos, el
viento no lleva tu murmullo tan seguido, ¡Háblales! deja que tus criaturas, con
sus propias y feroces lenguas rompan tu timidez. Que vean tus lágrimas –ya no
tan puras- no es tu culpa, Déjales
correr tu lluvia, y que se crezcan tus ríos. ¡Asústales! que tus corrientes
irradien tu fuerza, que lleven tus lamentos, seré tu interprete, romperé el
silencio fingido, se caerán antifaces, ¡Vamos! llevas siglos dormida, lava la
ceguera de su atolondrado pensar, afina sus acordes con tu trinar. ¿Podrán
despertar ellos también?...
Despertarán arrullados en tu sutil canto, y como de
costumbre lo vivido será una larga pesadilla, sé que no dirás nada, ni
represalias ni regaños, no más reclamos, serás de nuevo su conmovida madre, su
verde cuna…
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